Trilogía del entorno: Lisandro Alonso

La libertad
Dir. Lisandro Alonso, 2001
 
1.- Lo invariable
 Frédéric Back realizó un cortometraje donde narraba como un humilde pastor de ovejas se dedica a recoger bellotas, para luego plantarlas en una tierra yerma, y convertir con el paso del tiempo un desolado valle en un hermoso bosque. Casi quince años después, la cámara de Alonsoregresa a esas tierras y graba un día en la vida de Misael, un humilde pastor del tiempo que se dedica a cortar los árboles y venderlos para su sustento.Son ambos, dos supuestos ejemplos de libertad. De personajes desubicados y alejados de la sociedad, de mecanismos de exclusivas necesidades básicas. La diferencia entre ambos aparece cuando el director decide no esconder nada. Al pastor de ovejas le llueven las bellotas mientras que al pastor del tiempo sólo le llueve al final de la película.Alonso reconoce que no existe libertad sin más. Como en todo, existen grados, y Misael llena su vida de grados de libertad (forzada): papel higiénico, un despertador, una radio,
No pares, SIGUE, SIGUE. No pares, SIGUE, SIGUE.
No pares, SIGUE, SIGUE. No pares, SIGUE, SIGUE.UH! CHOCOLATE, CHOCOLATE, CHOCOLATE, CHOCO.
UH! DE CANELA, DE CANELA, DE CANELA, DE CA.
 Marlboro, y una lata de Fanta cuando los pesos llenan los bolsillos.
UN POQUITO MÁS SUAVE, UN POQUITOMÁS SUAVE.
UN POQUITO MÁS SUAVE, UN POQUITO MÁS SUAVE.
UN POQUITO MÁS DURO, UN POQUITO MÁS DURO.
UN POQUITO MÁS DURO, UN POQUITO MÁS DURO.
No existe el asceta voluntario (al menos fuera de Asia, donde los donativos los crean a oleadas). Una persona puede ser esclava de su propia libertad, o como en el caso de Misael esclavo de lo poco que puede no tener de libertad (el tiempo y su rutina).
 El personaje se mueve dentro de la naturaleza (la verdadera protagonista) y sobrevive a ésta (de momento) como recolector (el pastor de ovejas) o cazador (el pastor del tiempo). Aún así, la naturaleza ganará la batalla fagocitando al personaje, convirtiendo al pastor, en un objeto más de su entorno.Por ello, Alonso termina el ejercicio de forma circular explicando que no existe el mañana, al menos tal y como lo entendemos en un mundo industrial, donde nos preguntamos qué pasará en la próxima jornada.

Nada……la Naturaleza sigue su inmutable caminar, ajeno a las reglas que otros han creado.

Los muertos

Dir. Lisandro Alonso, 2004

2.- Naturaleza muerta

Segundo intento, segunda parte, continuación con intermedio o vayan ustedes a saber. Lo cierto es que esta vez, arrancamos (de nuevo) con un intenso plano-secuencia de los momentos anteriores al asesinato. Sirve este inicio como prolegómeno, como resumen y también, aunque no se vea, como conclusión.Cine contemplativo, que viene a decir que dejes la cámara quieta y escuches los pajaritos piar, pero que Alonso, con cierta sabiduría, además de contemplar decide ir a la búsqueda del tiempo, es decir, acción.Quizá algo timorato en ciertos momentos, costumbrista de vocación, Alonso reencuentra el clímax cuando los balidos son interrumpidos. Por ello la cámara no va más allá.Segundo intento, segunda parte, continuación con intermedio o vayan ustedes a saber. Pero lo cierto es que está crítica bien vale para “La libertad” y la de “La libertad” bien vale para esta.

Llega un momento en que la acción desaparece. El tiempo desaparece. Tú desapareces. Ahora ya estás preparado para entender a Vargas. Ponte a remar…

¿Quién está muerto?

Fantasma
Dir. Lisandro Alonso, 2006 
 3.- Spin-off
 Cuando el elemento protagónico se vuelve urbano el resto de personajes deberían ser descritos mediante dicha naturaleza urbana. El problema de Fantasma, es que sus dos actores no reconocen en la ciudad su modo de vida y la urbe, o en este caso el teatro, es tan distante como los planos que Alonso usa para retratar esta lejanía (que quizá por aquí podamos sacar algo de provecho). Sabemos de antemano, que ambos actores son de idiosincrasia rural, y como tal, quedaban sumergidos en la naturaleza que Alonso retrato como personaje principal en sus dos anteriores trabajos (La libertad y Los muertos). En Fantasma, al no encontrar esta concordancia entre actor y entorno, la película queda desfigurada.
 
Fantasma es un spin-off de los anteriores trabajos de Alonso, porque como película independiente no tiene entereza aunque sí, momentos esporádicos de cierto interés. Estos momentos, más en tono de comedia, le sirven al director para lanzar una crítica al funcionamiento de exhibición que impera en la industria cinematográfica e incluso, se atreve a ejemplificar los escasos espectadores que tiene su cine (con gafas de pasta, por supuesto). Solo en estos casos, Alonso hace hincapié en la barrera que separa la ficción de la realidad, aunque no por ello la película termine de adquirir estructura narrativa. Y esto señores, es lo interesante, que aunque pida por activa y por pasiva un cambio en la estructura cinematográfica, aún me falta bagaje cultural para poder asumir como acierto películas completamente desligadas a una mísera narrativa como esta que nos ocupa o la postrera ganadora de la Palma de Oro del señor Apichatpong Weerasethakul.
Esta entrada fue publicada en Alonso, Lisandro, Heterotopía cinematográfica. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario